Disculpa a los educadores, disculpa a tus papas
disculpa a los patrones y no te quejes más
disculpa las molestias del romántico salvaje
disculpa a la religión por intentar domarte
pero no dejes nunca de acusar al dinero
ni a su defensor, asalariado madero
las olas desbordantes de ejércitos a sueldo
de astutos gobernantes peleando por apropiarse del suelo